Quiromasaje

Quiromasaje

El quiromasaje es una técnica derivada de la fusión de diversas técnicas, dirigidas a renovar cada célula del cuerpo, por la acción eficaz en cada uno de sus tejidos: Epitelial, conjuntivo, musculo y nervioso. Presta una especial atención a la columna vertebral y su desbloqueo.

El quiromasaje es una forma de promover y restablecer el equilibrio físico, mental y espiritual, a través del tacto por medio de poses suaves, presiones ligeras y amasamientos, se logra una gran relajación, estimulando y tonificando el cuerpo.

El quiromasajista, a través del tacto permite que las personas perciban las tensiones acumuladas. Al liberar la tensión física elimina también la preocupación, ansiedad, tristeza e irritabilidad que acompaña al estrés.

El quiromasaje como técnica manual:

Nuestro terapeuta realiza una evaluación previa, una valoración anatómica y postural de todo el cuerpo, atendiendo a dolores, molestias o preocupaciones.

No es un masaje especifico si no que se persigue reducir y equilibrar (en la medida de la posible) el cuerpo en su totalidad a nivel muscular. Para ello utilizaremos a lo largo de la sesión maniobras de masajes suaves, otras más profundas trabajando puntos gatillo, estiramientos, desbloqueos vertebrales, trabajando el cuerpo en su totalidad.

Beneficios del quiromasaje:

  • Sobre la piel: El masaje produce una sensación muy agradable al contacto de las manos, se hace más suave, elástica y fina, gana en firmeza y sensibilidad y facilita el movimiento de la piel sobre las demás estructuras superficiales en los casos de adherencias, disminuyendo la presión de las estructuras subcutáneas.
  • Sobre los músculos: El masaje consigue una activación evitando una artrosis de las regiones inmóviles, estimula la acción muscular y mejora la circulación de la sangre y sistema linfático. Es el mejor sistema para aliviar la fatiga muscular producida por el ejercicio: Elimina con rapidez los productos de desechos, incrementa el aporta de elementos nutritivos y mejora la circulación.

Los músculos masajeados durante la fase de recuperación recobran la fuerza con mayor rapidez y son capaces de realizar un trabajo mucho mayor.

Puedes elegir uno de estos tipos de masaje en sesiones de 30 minutos o combinar varios de ellos en sesiones de una hora: Pies, piernas, espalda y cuello, abdomen, pecho, brazos y manos.

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